Es tan sencillo como eso.
Cuando quieras algo, hazlo, sin importar las consecuencias que traiga. Si estás convencido de algo y de que sólo tienes una oportunidad, piénsalo bien y da el paso que te separa de lograr tu objetivo.
Porque las cosas funcionan así: una vez perdemos una oportunidad, hacemos una elección, no hay vuelta atras, no hay botón para resetear. Hay que tener en cuenta que sólo de una oportunidad es que disponemos y -si la perdemos- perdemos nosotros mismos.
Desde aquí, me gustaría animarte a "Besarla" (por continuar con la metáfora) y a no derrochar el momento...que, cuando te das la vuelta, ya lo has perdido...
No hay comentarios:
Publicar un comentario